Si yo puedo, ¡tu puedes!


He decidido publicar mi experiencia vivida desde que me diagnosticaron cáncer de mama en el 2003.

Un diagnóstico de cáncer no necesariamente debe relacionarse a muerte. La muerte puede llegar en cualquier momento. Significa debo cambiar de actitud, si no lo hice antes.

También hacer conciencia de la detección temprana, que más vale 30 minutos para hacerte una mamografía que el resto de tus días bajo tratamientos y examenes de control o talvez que sea demasiado tarde.

A la vez esta publicación quiere dejar mensajes positivos y de esperanza para todos los que están en estos momentos luchando por su vida y contarles como he podido cargar esta cruz con dignidad.


Filipenses 4: 6-7 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Hago la observación que no soy escritora, todo comenzó después de mi primera operación,quería escribir sobre mi experiencia y la felicidad que sentía en ese momento porque había ganado la primera batalla.

domingo, 27 de septiembre de 2009

No te preocupes, esto también pasará


La actitud positiva, mi fé en Dios y la aceptación, son las armas principales para enfrentar esta dura batalla.

Hay frases que me han acompañado cada vez que he recaido en mi enfermedad una de ellas "No te preocupes, esto también pasará", no tienen idea lo bueno que ha sido repetirmela al principio de cada tratamiento, creanme que cuando llega la calma y la paz interior todo se ve más claro y tiene otro horizonte, desconectas tu mente de todo lo negativo.  

Nada es para siempre, debemos aprender a superar las dificultades y a disfrutar las cosas buenas.   Acude a tu fuerza interior, ninguna situación la puedes enfrentar sólo, reafirma tu fé y tus creencias.    También reafirmo mi confianza en Dios, como nos enseño su hijo: “Déjame al cuidado de todas tus cosas y todo te ira mejor. Cuando te abandones en mi todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. Cierra los ojos del alma y dime con calma: Jesús, yo en ti confío”.