Si yo puedo, ¡tu puedes!


He decidido publicar mi experiencia vivida desde que me diagnosticaron cáncer de mama en el 2003.

Un diagnóstico de cáncer no necesariamente debe relacionarse a muerte. La muerte puede llegar en cualquier momento. Significa debo cambiar de actitud, si no lo hice antes.

También hacer conciencia de la detección temprana, que más vale 30 minutos para hacerte una mamografía que el resto de tus días bajo tratamientos y examenes de control o talvez que sea demasiado tarde.

A la vez esta publicación quiere dejar mensajes positivos y de esperanza para todos los que están en estos momentos luchando por su vida y contarles como he podido cargar esta cruz con dignidad.


Filipenses 4: 6-7 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Hago la observación que no soy escritora, todo comenzó después de mi primera operación,quería escribir sobre mi experiencia y la felicidad que sentía en ese momento porque había ganado la primera batalla.

martes, 1 de febrero de 2005

Cuarto Escrito

El miedo y yo

"No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia."

Isaías 41: 10-11


...Mientras no intentes abandonarte en el Señor, conocerás la inquietud y tu corazón se sentirá atribulado, lleno de temor y preocupaciones, pues no hay otro camino para alcanzar la paz y la felicidad que un total abandono a la voluntad de Dios es decir a su gran Amor.(tomado del libro "Meditaciones sobre la Fe").

Que bueno es empezar ha escuchar lo que Dios nos dice en nuestro corazón, el nos guía ... y con esto quiero comenzar mi cuarto escrito.


El miedo no esta en mi diccionario. Angustias puedo sentir, pero miedo no. Miedo es la pérdida de la confianza. Y dejar de confiar sería como resignarme a no creer. Con esta enfermedad debemos ser muy positivas y la palabra miedo es algo negativo.


Porque no confiar en Dios, El merece tu confianza mucho mas que quienes predicen el tiempo.


La confianza no nos hace vulnerables a la desgracia. También a los que confían les suceden cosas malas (el propio Jesus confío y sufrio). Pero la confianza puede proporcionarnos un apoyo cuando la vida se desmorona a nuestro alrededor.

Ayuda a que Dios te ayude. Como dice el proverbio: " A Dios rogando y con el mazo dando", esto quiere decir reza pero ayudate tu también, haz todo lo que sea necesario.

Pronuncia palabras de confianza: "Yo Creo", "Confío", "NO TENGO MIEDO", "yo puedo", "esto también pasara".  Esas frases intrépidas construirán puentes para cruzar los abismos del temor en tu mente, tu corazón y tu alma.

Esto es lo que siento ahora, voy a retomar mis recuerdos cuando senti "miedo" antes de regocijarme en la voluntad de Dios y como lo pude superar.

Como recordaran los que han leido mis escritos, aquel dia 4 de febrero cuando me dieron el resultado de la biopsia senti miedo, si mucho miedo. Cuando el doctor se fue empece a recorrer los pasillos del hospital, intranquila y con un miedo que me pasaba de la cabeza hasta los pies, y comence a orar, pero era una conversación que mantuve con Jesús, recuerdo como le suplique que me diera las fuerzas necesarias para darle la noticia a mis familiares que no los queria ver sufrir, la verdad no recuerdo haber pedido por mi salud, sino porque me diera las fuerzas necesarias para enfrentarme a la realidad.


En eso las que han leido mi testimonio ya lo saben, una señora de 70 y tantos años me llamo desde su cuarto con mucha insistencia, yo no sabia que era conmigo y habia pasado como tres veces por la puerta de su cuarto mientras caminaba hasta que me voltie y me di cuenta que me llamaba a mi para pedirme un favor que con mucho gusto le hice. Cuando de pronto ella dulcemente me tomo las manos y me dijo que te pasa mi niña porque estas tan nerviosa, en eso la mire y me desahogue contandole lo que me acaba de pasar y a lo que me tenia que enfrentar, y tan dulcemente me fue acariciando las manos mis cabellos y me decia dulcemente, mi niña no tengas miedo ten mucha fé y confianza veras como todo lo vas a poder sobrellevar, ten fé en nuestro señor Jesucristo el nunca te abandonará, y así empenzó a seguir hablando de las bondades de Jesús y me fui tranquilizando poco a poco, y pude enfrentarme a darle la noticia a mis familiares con mucha fortaleza y confiada en que todo saldria bien, en la tarde meditando mi experiencia con Dulcinea (asi se llama la señora irónicamente), me di cuenta que habia sido mi primer encuentro con el señor (bueno eso creí en ese momento porque después me di cuenta que desde mucho antes había estado a mi lado y no lo habia notado) yo le pedí fortaleza y para eso me puso a Dulcinea en mi camino para darme las fuerzas que yo necesitaba y pedirme que confiara en él.

Al confiar en él, el miedo se fue, recibi a mi familia con entereza y fui yo  la que les di fuerza a ellos para que confiaran que todo pasaria.   

El miedo nos embarga porque no tenemos fé, ni confianza.